El comentario del grupo de turistas al salir era el siguiente ¿Viste el pequeño murciélago disecado que nos mostraron en la biblioteca?. Probablemente la guia que nos enseñó tal curiosidad, no tenían otro interés más que mantener la atención de aquél grupo. De aquellos datos que repetía de forma autómata, pasado el tiempo no tendremos en mente el numero de incunables, la fecha de construcción del convento o la variedad de madera con la que tallaron las estanterías. Pero todos recordaremos que aquel pequeño animal, no se encontraba allí porque fuese un amante de la lectura, sino porque era el guardián de aquel patrimonio de más de 30.000 volúmenes. Toda una construcción del barroco portugués, protegida nada menos que por aquél pequeño ser.http://www.palaciomafra.gov.pt/pt-pt/biblioteca
Fotografía © Biblioteca del Palacio Nacional de Mafra