Isla que emerge en mitad de la ría, colmada de arboles, calas y algunas ruinas. Construcciones fruto de rezos, fiebres y muchas medallas. Lugar de reciclaje continuo, todo vale, todo cambia, nada se tira. Jambas, dinteles, sillares... parecen cansados y mudan de sitio. Verde que cubre sus piedras, nada se ve, nada se sospecha, todo permanece escondido. Corsarios, monjes, castrexos... todos la ansiaban, sin saber, que solo Tambo conoce el destino.
Las imágenes corresponden a una visita que realizamos en el mes de Agosto con la Irmandade ILLA de TAMBO.
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