Ahora que se presume tanto de ser uno de los principales destinos turísticos del mundo (75 millones de visitantes), sería bueno echar la vista atrás y darse cuenta del tipo de sector turístico que hemos creado. Visitando Túnez nos percatamos que habían cometido los mismos errores que en España, una costa plagada de hoteles y resorts (turismo de sol y playa que llaman los medios de comunicación). Hemos destrozado nuestro litoral con este tipo de construcciones y solo hemos sabido vender de nuestro país su sol y sus playas. Podría entenderse de un país que no tuviese nada mas que mostrar, pero no es nuestro caso. El patrimonio cultural del que disponemos y los pocos pueblecitos costeros en los que no hemos metido la excavadora harían que la situación fuese diferente. Un turismo respetuoso con el medio ambiente, con su costa, su arquitectura popular... enfocado hacia un turismo de calidad que no solo ofreciese sombrilla y tumbona.
Fotografía de Findelbloc Arquitectos (Cudillero - Asturias).
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